Lección 35 Agosto 29 del 2021
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- 11 ago 2021
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Agosto 29 de 2021
“Job Exalta a Dios”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo Ningún viviente se justificará. Salmo 143
Lunes Ninguna carne será justificada. Romanos 3.19-31
Martes No se puede contender con el más fuerte. Ecclesiastés 6
Miércoles Dios hace temblar la tierra. Salmo 60
Jueves Maravillosas obras de Dios. Salmo 139.14-24
Viernes Dios quebranta las fortalezas. Salmo 89.38-52
Sábado Dios no es hombre. Números 23.18-30
2. Lectura Devocional:
Salmo 8.1-9
PASAJE IMPRESO:
Job.9.1-35
1 Y respondió Job, y dijo:
2 Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?
3 Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.
4 Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra él, y quedó en paz?
5 Que arranca los montes con su furor, y no conocen quién los trastornó:
6 Que remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas:
7 Que manda al sol, y no sale; y sella las estrellas:
8 El que extiende solo los cielos, y anda sobre las alturas de la mar:
9 El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, y los lugares secretos del mediodía:
10 El que hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas, sin número.
11 He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; y pasará, y no lo entenderé.
12 He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá, Qué haces?
13 Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a los soberbios.
14 ¿Cuánto menos le responderé yo, y hablaré con él palabras estudiadas?
15 Que aunque fuese yo justo, no responderé; antes habré de rogar a mi juez.
16 Que si yo le invocase, y él me respondiese, aun no creeré que haya escuchado mi voz.
17 Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa.
18 No me ha concedido que tome mi aliento; mas hame hartado de amarguras.
19 Si habláremos de su potencia, fuerte por cierto es; si de juicio, ¿quién me emplazará?
20 Si yo me justificare, me condenará mi boca; si me dijere perfecto, esto me hará inicuo.
21 Bien que yo fuese íntegro, no conozco mi alma: reprocharé mi vida.
22 Una cosa resta que yo diga: al perfecto y al impío él los consume.
23 Si azote mata de presto, ríese de la prueba de los inocentes.
24 La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿dónde está?
25 Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien.
26 Pasaron cual navíos veloces: como el águila que se arroja a la comida.
27 Si digo: olvidaré mi queja, dejaré mi aburrimiento, y esforzaréme:
28 Contúrbanme todos mis trabajos; sé que no me darás por libre.
29 Yo soy impío, ¿Para qué trabajaré en vano?
30 Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la misma limpieza,
31 Aun me hundirás en el hoyo, y mis propios vestidos me abominarán.
32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.
33 No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros ambos.
34 Quite de sobre mí su vara, y su terror no me espante.
35 Entonces hablaré, y no le temeré: porque así no estoy en mí mismo.
COMENTARIO BÍBLICO
9.1-13 Y respondió Job, y dijo: …
Job reconoce la majestuosidad de Dios, y reconoce que ningún ser humano puede mantenerse en pie delante de su justicia perfecta, pues no se le podría negar nada si Él acusara de algo, es sabio por parte de Job hacer este reconocimiento. El poder de Dios es inigualable, la tierra está sujeta a su voluntad y los montes se estremecen ante su presencia, el universo entero depende de Él y obedecen su voz, como el sol y las estrellas más luminosas que embellecen por las noches, todo manifiesta lo maravilloso de nuestro Dios, y deja en claro que el hombre no tiene la capacidad de juzgar porque lo hace solo con lo que ve, mientras que Dios sabe todas las cosas y nada se le puede esconder.
9.14-24 ¿Cuánto menos le responderé yo…
No se puede discutir con Dios pues el hombre no tiene la condición para hacerlo, Job se declara incompetente para hacerlo, y sin embargo hace nuevamente un reclamo por su sufrimiento, que queda sin explicación, si a consideración suya sigue siendo justo delante de Dios y no sabe porque le ha venido todo esto a su vida, pero sabe que Dios ha estado allí, aunque por el momento enfrente la más terrible de las tempestades que según su juicio vienen de Dios, pues desconoce, al enemigo que lo quiere dañar y arrancar la fe que hay en su corazón, para apartarlo de Dios.
9.25-35 Mis días han sido más ligeros que un correo…
Los días de nuestra edad en la tierra pasan rápidamente así lo percibió Job, describiendo en repetidas ocasiones la brevedad de la vida, debemos ponernos enteramente en las manos de nuestro Dios para que podamos permanecer en esta vida el tiempo que Él determinó, pero lo que es mejor que aseguremos un lugar en el eterno reino de nuestro Dios, que tiene preparados para todos lo que le buscan en verdad y se entregan plenamente a Él. Dejemos que Dios sea quien nos justifique en Cristo Jesús nuestro Salvador pues en nuestra condición humana no lograremos nada que no sea a través de nuestro mediador Cristo Jesús.
TEXTO ÁUREO:
Job 9.10
“El que hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas sin número”.
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Job sabe que el hombre no puede contender en contra de Dios. Admite que le es imposible sostener su justicia delante de Dios; pero implica que esto se debe no a que sea consciente de una grave culpa, sino a la desesperación de intentar defenderse contra el poder irresistible de Dios Omnipotente manifiesto en toda la creación. El hombre no lo puede hacer por sí solo, por su debilidad sería al punto confundida bajo el poder y la sabiduría de un Dios que puede tornar un mal en bien. Job ensalza el poder soberano del Dios Omnipotente en estas palabras de nuestro texto áureo: “el que hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas sin número”. Y si Dios solo hace cosas grandes como la mar, la tierra, los cielos y aún el basto universo, qué cosas no hará nuestro Dios. Que nuestra fe y seguridad en ese único Dios, se fortalezca de manera que podamos exclamar: “No hay Dios tan grande como Tú”.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Punto histórico
Tiempo:
1445 al 1405 a. C., aproximadamente
Lugar:
Entre el Sinaí y Moab.
Diccionario Bíblico
Trastornar (trastornó):
Alterar el orden regular de las cosas. Desordenar las cosas. Intranquilizar o inquietar a una persona. Causar molestias una cosa a una persona. Alterar el estado mental de una persona.
Sellar las estrellas (sella las estrellas):
La acepción de sellar en este caso es cubrir, tapar, cerrar, por lo que significa que El Todopoderoso puede ocultar las estrellas de acuerdo a Su voluntad.
Conturbar (contúrbanme):
Alterar el ánimo, turbar, inquietar, intranquilizar.
Verdad Central
En este capítulo vemos expuesta la doctrina de la justicia de Dios, demostrada con base en la sabiduría, el poder y la soberanía de Dios; se condena a sí mismo y confiesa que no puede contender con Dios (v. 14-21) y manifiesta su impotencia para saber qué decir y hacer (v. 25-35).
Doctrina de la Lección
Job estuvo de acuerdo con Bildad en relación a que Dios “no tuerce el derecho” (Job 9.1). Él sabía que el impío, tarde o temprano, recibe el pago justo por su pecado (Job 9.4); sin embargo, no creía que esta fuera la causa de su sufrimiento (Job 9.17); entonces, Job, se inclinó a pensar que su situación se debía a la soberanía de Dios, quien obra sobre sus criaturas de manera poderosa, como le place (Job 9.12). Por lo tanto, consideró inútil contender contra Dios, que hace todo con sabiduría (Job 9.3-4). La condición humana del patriarca le llevó a quejarse gravemente ante Dios (lamentándose más adelante de esto), pero nunca de Dios (Job 9.27-28).
BOSQUEJO: “Job Exalta a Dios”
Propósito:
Reflexionar acerca del poder infinito de Dios, su justicia y su señorío en la creación, en la que hace conforme su santa voluntad.
Enseñanza Toral:
Dios es Todopoderoso y soberano en sus acciones sobre su creación, haciendo su santa voluntad sobre ella, especialmente en la vida de los hombres, con propósitos y fines santos para su honra y su gloria.
Introducción:
Bildad no fue justo ni caritativo al pensar que Job era un hipócrita y que Dios no lo ayudaría a menos que se volviera a él arrepentido. Job le responde honorablemente y con humildad, exaltando a Dios en su grandeza.
I. Por su poder y soberanía, vv. 1-13
a) Nadie puede justificarse ante Él. De todo lo que Bildad le dijo a Job, este solo acepta lo relacionado con la justicia de Dios. Afirma que ciertamente Dios es justo y jamás pervierte el juicio. Cree que es imposible para un hombre justificarse ante Dios, y que aun cuando estuviera en lo justo desde el punto de vista humano, ¿Cómo podría declarar su justicia el Santo de los santos y el Justo de los justos? Esta facultad le corresponde solamente a Dios, en favor de los que creen en Cristo (Ro.3.26). Aun cuando los hombres tuvieran mil respuestas para responder a Dios una pregunta y defender su justicia humana, no se atrevería a darle una por temor a su majestad y gloria.
b) Manifestados en los fenómenos de la naturaleza y el Universo. El poder de Dios podemos verlo en sus acciones sobre la naturaleza, obrando en ella como mejor le place. Puede mover las montañas de su lugar y hace temblar la tierra con terremotos. Sin el poder y el gobierno supremo de Dios el sol no daría su luz, sino que se quedaría oculto como en eclipse; pero a su mandamiento alumbra la tierra. Dios no necesita que alguien le ayude a extender los cielos y caminar sobre las nubes. Invisiblemente al ojo humano Dios realiza sus grandes acciones de poder sin impedimento alguno.
c) En sus obras maravillosas. Verdaderamente que todo lo que Dios hace es maravilloso y debe causarnos asombro. Él hizo las grandes constelaciones de estrellas que con su aparición y ubicación en la noche han sido de mucha utilidad para guiar a las personas en tierra o mar cuando es de noche. Job afirma que a Dios no se ve actuando, solamente se le siente en los terribles efectos de su ira. En estos casos estamos incapacitados para contender con Él o pedirle cuentas; solamente nos queda someternos a su voluntad, porque si en la soberbia de nuestro corazón no lo hacemos, no tendremos su ayuda.
II. Por su sabiduría, vv. 14-24
a) No contenderá con Él. Job en actitud sumisa desiste de querer contender con Dios y se somete a su voluntad. Aun cuando no tuviese conciencia de pecado no se atrevería a contradecirlo, sino que esperaría a que lo justificase el juicio y la misericordia de Dios. Recordemos que “si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas” (1 Jn.3.20). Dios por su sabiduría infinita conoce todas las cosas eternalmente. Nuestro conocimiento y sabiduría son dependientes de Él, pero Dios es independiente en todo. Conoce los propósitos inmutables de su voluntad en nuestra vida. ¿Qué podremos contender con Dios?
b) Conoce la vida humana. Job reconoce que ante Dios no podrá justificarse jamás, aun en el caso que pudiera presentarse ante el tribunal de Dios, no podría argumentar en su favor, porque su boca no tendría palabras para probar su inocencia. Dios es omnisciente y conoce todas las cosas antes de su existencia; palabras, pensamientos, acciones emociones e intenciones humanas están delante de Él (Sal.139.1-6; Jer.17.9). Toda persona sincera en su interior tendrá conciencia de su maldad y jamás intentará justificarse ante Dios, el cual conoce lo profundo de nuestro ser.
c) Al descargar sus juicios. Finalmente, Job afirma que Dios hace con los hombres como mejor le place, conforme a su sabiduría y sus propósitos eternos. Él destruye al perfecto y al impío, sufren los justos y los injustos, los creyentes y lo incrédulos; porque todos estamos bajo su gobierno y su sabiduría. Una cosa es verdad, que los grandes padecimientos en nuestra vida no prueban que haya grande culpabilidad en nosotros (Lc. 13.1-5; Ec. 9.2). Hay quienes sufren mucho tiempo sus males y otros terminan repentinamente. Pero todo está determinado por Dios en su soberanía y sabiduría infinita. Caminemos con Él y entreguemos nuestra vida a su voluntad.
III. Ante su condición humana, vv. 25-35
a) De prosperidad efímera. Para Job sus días de prosperidad y abundancia pasaron muy rápido, más ligeros que el correo. En el ancho imperio persa había estos correos que empleaban dromedarios o a pie, para llevar los decretos reales con gran rapidez (Esther 8.10, 14). También los compara un águila cuando se precipita para coger la presa y con los navíos muy ligeros de aquella época, lo que podríamos llamar hoy lanchas motorizadas. Reflexionemos que así es la prosperidad humana aun cuando se vivan muchos años, porque así son los bienes de este mundo, temporal y perecederos. Es por eso que no pongamos nuestra esperanza en los bienes del mundo, (Pr.23.5). Vayamos más allá de lo temporal, a lo eterno (Col.3.1).
b) Se siente impío. Ante la situación tan difícil de su aflicción que no tiene final, Job siente que Dios lo tiene por impío y es en vano es que se esfuerce justificarse ante Dios. No sabía lo que Dios le había dicho a Satanás, (Job 1.8; 2.3). Dios lo tenía como una persona intachable humanamente hablando, pero no era sin pecado. Recordemos que Dios ve el corazón, la parte más engañosa del hombre, donde se ocultan sutilmente los pecados suficientes para despojarnos de la limpieza espiritual que Dios nos demanda. Por eso son “Bienaventurados los de limpio corazón” (Mt.5.8b). Para esto, recordemos que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado (1 Jn.1.7).
c) De impotencia ante Dios. Con toda verdad Job afirma que Dios no es como él para pleitear con Él en juicio. Esto manifiesta nuestra impotencia ante el Todopoderoso, el Creador de todo lo que existe, nuestro Hacedor (Sal.95.6). ¿Cómo podremos competir o alegar contra Él? Quien se atreva a hacerlo acabará muy mal. Ante su incompetencia Job anhela que haya uno que intervenga entre ellos para solucionar el problema que siente en su vida. Podría haber en el mundo uno al nivel de Job, pero no habría uno al nivel de Dios. Es que Job no se imaginaba que llegaría el momento en que tendríamos ese árbitro en Jesucristo el Hijo de Dios, el único Mediador entre Dios y los hombres, el que intercede por nosotros (1 Ti.2.5; Ro.8.34).
Conclusión:
Ensalcemos y demos la gloria al Dios Omnipotente y Soberano, sometidos a su santa voluntad.
CATECISMO MAYOR
Pregunta 35
¿Cómo es administrado el Pacto de Gracia bajo el Nuevo Testamento?
Bajo el Nuevo Testamento, cuando Cristo la sustancia fue exhibido, el Pacto de Gracia fue y será administrado por la predicación de la Palabra[1], por la administración de los sacramentos del bautismo[2], y de la Cena del Señor[3], en los que la gracia y la salvación se manifiestan con más plenitud, evidencia y eficacia a todas las naciones[4]. [1]Mr.16.15; [2]Mt.28.19, 20, [3]1 Co.11.23-26, [4]2 Co.3:6; He. 8. 6, 10, 11; Mt. 28.19
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO / “Job Exalta a Dios”
Job 9.1-35
1. Por encima de todo y de todo ser racional
2. Como el único Dios sapientísimo y potentísimo
3. Como soberano de la vida
4. Sobre la fragilidad y brevedad de la vida
5. Por su santidad en relación con la pecaminosidad del hombre.
Cuestionario
1. ¿Qué es lo que reconoce Job que es así?
2. Si el hombre pudiera discutir con Dios, ¿cuántas cosas acertaría de mil?
3. ¿Quién remueve la tierra y hace temblar sus columnas?
4. ¿Qué hace el sol, si Él lo ordena?
5. ¿Quién puede interponerse entre lo que Dios hace?
Enseñanzas Prácticas
1. Cuando vemos todas las cosas que Dios hizo en el espacio de seis días y nos vemos a nosotros, nos quedamos sin palabras. Solo nos queda reconocer que Dios es soberano y que nosotros somos sus criaturas, no podemos hacer más.
2. Mientras que estemos en este mundo y en este cuerpo humano y mortal, siempre estaremos expuestos a toda clase de padecimientos que afectarán nuestra salud; pero nunca podremos contender con Dios ni reclamarle, solo acatar Su voluntad.
ILUSTRACIÓN. Empujones hacia arriba
“Conozco”, dice el predicador H. B. L., “A un anciano que sufrió dos operaciones seguidas. Una de cáncer estomacal y la otra de amputación de una pierna. Para mayor complicación, sufrió una embolia. Cuando fui a visitarle, poco antes de morir, aún irradiaba el gozo cristiano, pues me dijo que le agradecía a Dios el haberle dado este tratamiento especial de tribulaciones en los últimos años de su vida para prepararle una eternidad más rica y más dulce”. Una frase en particular resuena en mi mente de aquella última conversación con este sufrido servidor de Dios: “Hermano, cada golpe es un empujón hacia arriba”.

