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Lección 51 Diciembre 17 de 2023

  • Admin
  • 15 dic 2023
  • 4 Min. de lectura

PARA LOS NIÑOS: “La Séptima Plaga”

Propósito: 

Enseñar a los niños que cada plaga fue un desafío a los dioses egipcios y una censura a la idolatría, para mostrar la Omnipotencia del Dios vivo y verdadero.

Introducción: 

La plaga que estudiaremos en esta lección fue otro demoledor golpe para la nación de Egipto, porque recordemos que los egipcios ya no contaban con pescado para su alimentación, debido a que el Nilo se había convertido en sangre; la plaga del ganado había matado a la mayoría de los animales, y solo pocos animales quedaban en los campos. Y las numerosas deidades vacunas mencionadas previamente no habían podido hacer nada, aun así, el corazón de Faraón mostraba un falso arrepentimiento, porque en cuanto veía que cesaban las plagas, endurecía su corazón, como sucedió en la sexta plaga.

 

I. Anunciada por el Señor, vv. 13-21

El Señor le dijo a Moisés, levántate de mañana, ve a Faraón y dile: Jehová, el Dios de los Hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Moisés después de presentar una vez más la demanda acostumbrada le dio una advertencia a Faraón, le dijo que, si no dejaba ir al pueblo de Israel, Dios enviaría todos sus juicios y tendría consecuencias todavía más graves, las plagas tenían como propósito que los egipcios reconocieran que Jehová es el único Dios, para que su Nombre, carácter, atributos y omnipotencia se conocieran en toda la tierra. Egipto no iba a poder ocultar a las otras naciones, la humillación sufrida por las plagas enviadas por el Dios de Israel. Jehová en su misericordia le dijo a Moisés anúnciales que mañana haré llover granizo, como nunca ha caído, para que no dejen su ganado en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá. Los siervos de Faraón que temieron y creyeron la palabra de Jehová, resguardaron a sus criados y ganados en su casa. Pero el que no creyó, dejó sus criados y sus ganados en el campo expuesto a la siguiente calamidad.

 

II. El Granizo en Egipto, vv. 22-26

Dios le dijo a Moisés: extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto. Moisés obedeció a Dios y extendió su vara hacia el cielo, inmediatamente Jehová hizo que tronara y granizara, fue tan violenta la tormenta eléctrica que trajo consigo insólitas descargas eléctricas o bolas de fuego, que caían de uno a otro lado por el suelo mezcladas con el granizo. El granizo hirió toda la tierra de Egipto matando a todo lo que se encontraba en el campo, fuera hombre o bestia, también fue afectada por esta tormenta toda la hierba, además desgajó todos los árboles del país. Ahora se notaba una división entre los egipcios, porque los temerosos de Dios que resguardaron a sus criados y ganados no sufrieron las consecuencias fatales de esta plaga, mientras que los incrédulos sufrieron los daños totales.

 

III. El Aparente Arrepentimiento de Faraón, vv. 27-35

Faraón llamó a Moisés y Aarón, y les dijo: Esta vez he pecado, y Jehová es justo, y yo y mi pueblo somos malos. Orad á Jehová: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más. Moisés le dijo: Tan pronto como salga de la ciudad, extenderé mi mano a Jehová, y cesará el trueno y no habrá más granizo, para que entiendas que la tierra es de Jehová (Sal.24.1), pero yo sé que ni tú, ni tus siervos le temen a Dios. Moisés tenía razón porque Faraón a pesar de ver que el lino y la cebada se habían perdido por la lluvia de fuego y granizo, no cambió de actitud. Después que Moisés salió de la ciudad, extendió sus manos a Jehová y la lluvia dejó de caer, pero ya la cebada y el lino estaban dañados. El lino era importante porque era la principal fuente de fibra para la ropa, así que no solo perdieron la capacidad para alimentarse, sino también la materia prima para confeccionar sus vestidos. Faraón, aunque quedó impresionado con todo el daño que hizo la lluvia, el granizo y los truenos; endureció su corazón y no dejó ir a los israelitas.

 

Conclusión:

Niñitos esta clase de tormenta que se desato en Egipto era casi desconocida, la palabra "trueno" en hebreo significa literalmente "voz" y podemos afirmar que Dios hablaba de sus juicios. Esta plaga desacreditó a las deidades egipcias: Nut, que era el dios del cielo, y se le representaba arqueado sobre la Tierra, con su cuerpo pintado de estrellas. Shu, el dios del aire y sostenedor del cielo. Horus, la deidad con cabeza de halcón, protector de los faraones. Seth, dios de las tormentas. Neper, dios de las cosechas de grano. Osiris, el gobernador de la vida y la vegetación. Las preguntas para los egipcios en esta plaga son: ¿Dónde estaban sus dioses? ¿Por qué no les protegieron? ¿Por qué no detuvieron esta tormenta? La Biblia lo expresa en el Salmo 115.4-8 “Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán; orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán; manos tienen, mas no palparán; tienen pies, mas no andarán; no hablarán con su garganta. Como ellos son los que los hacen; cualquiera que en ellos confía”.

 

CATECISMO INFANTIL.

Pregunta No. 72

¿Cuántos mandamientos dio Dios en el Monte Sinaí?

Respuesta:

Dio diez mandamientos.




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