Lección 38 Septiembre 17 de 2023
- Admin
- 6 sept 2023
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PARA LOS NIÑOS: “Dios Llama a Moisés”
Propósito:
Enseñar a los niños que los nombres de Dios, no son el producto de la invención humana, sino que fueron revelados por el Señor mismo.
Introducción:
Todos tenemos un nombre que nos da una identidad, para darnos a conocer ante los demás. Cuando leemos en la Biblia que Dios da nombres, es porque estos tienen un significado y nos dan una idea de la naturaleza de las personas o cosas. Los nombres de Dios y que las Sagradas Escrituras nos muestran, no son el producto de la invención humana, sino que fueron revelados por el Señor mismo, algo importante en esta lección es que se da a conocer uno de esos nombres sagrados, después de que Dios llama a Moisés.
I. En Respuesta al Clamor de su Pueblo, vv. 7-10
El Señor declara que había visto la aflicción de los hijos de Israel y había sentido compasión por ellos; además había llegado el tiempo que el determinó para librarlos de la servidumbre. Dios usa la expresión “mi pueblo” para referirse al pueblo de Israel, porque los había escogido de entre las otras naciones de la tierra, igual como lo hizo con nosotros sus redimidos (Dt.14.1-2). Dios había descendido de los cielos con el propósito de librar a su pueblo de la esclavitud de Egipto y llevarlo a la tierra prometida, la cual es su herencia para siempre (Gn.13.15). En la Biblia Dios expresa: “He descendido” porque la morada divina está en el cielo, ahí está el trono del Señor; pero siendo Él infinito está en todo lugar (Sal.139.7-10). Para llevar a cabo sus planes libertadores se necesitaba de un hombre de fe y preparación adecuada, por lo cual llama a Moisés para tal fin. Dios personalmente escoge a sus siervos para cada misión o trabajo específico, porque él los conoce y sabe que pueden cumplir con lo que les asignará, ya que los dota de todas las características necesarias para cumplir sus planes. Niñito si Dios te llama para su servicio, no rehúses ese llamado.
II. Le Revela su Nombre, vv. 11-15
Al recibir Moisés la orden divina de ir a Egipto para liberar al pueblo de Israel, sintió que la responsabilidad era muy grande y dificultosa para él, trató de inmediato de evitar dicha misión. Cuarenta años atrás creía que estaba capacitado para hacerlo y que los suyos lo aceptarían como libertador (He.7.22-26), ahora que Dios lo enviaba no quería obedecer, pero el Señor le promete ir y permanecer a su lado. La presencia divina es garantía de éxito y debe alentarnos a seguir adelante a pesar de las dificultades de la vida; porque si el Señor es con nosotros ¿Quién contra nosotros? (Ro.8.31). Moisés trata de excusarse diciendo que, si los hijos de Israel preguntaban por el nombre de Dios, ¿Qué les respondería? El Señor entonces revela su nombre sublime JEHOVÁ, que significa YO SOY EL QUE SOY. Es decir, el que existe por sí mismo desde la eternidad, por eso se le llama el Eterno. Este es el nombre sublime de Dios que debe pronunciarse con reverencia, porque Él no dará por inocente al que use su nombre en vano (Éx.20.7). Jehová se revela como el Dios que sacó a Abraham de Ur de los Caldeos (G.15.7), y que se reveló a Isaac y Jacob. No era un extraño, sino que era el Dios de sus padres que fiel a su promesa libertaría a su pueblo.
III. Para una Misión Especial, vv. 16-22
Jehová ordena a Moisés juntar a los ancianos de Israel, esto implica que aun estando en la esclavitud de Egipto, los hijos de Israel tenían un gobierno propio de carácter patriarcal; conservaban sus registros familiares y celosamente la identidad de cada una de las doce tribus de Israel. Los ancianos eran los representantes de la nación y Moisés tenía que recordarles que Dios le había prometido a Abraham que su simiente heredaría la tierra de Canaán por todos los siglos. Literalmente Canaán era una tierra que fluía leche y miel, es decir abundante en pastos, flores silvestres y en panales de miel. Por el pecado del pueblo esa tierra por muchos siglos, estuvo desierta, pero la profecía dice que volverá a florecer (Is.35.1-2). Dios promete a Moisés que los ancianos de Israel escucharían su voz y que lógicamente contaría con el apoyo del pueblo, que cansado de las injusticias y de la opresión que sufría, esperaba que el Señor enviara un libertador, pero tendrían que comparecer ante Faraón para revelarle el deseo del Todopoderoso. Estaba previsto que Faraón no los dejaría ir, pero Dios quebrantaría su orgullo y extendería su mano para herir a Egipto con diez plagas. El Señor también daría gracia al pueblo de Israel para que no salieran vacíos de Egipto, porque cada mujer pediría a las egipcias vasos de plata, vasos de oro y vestidos, de esta manera despojarían a Egipto de estas cosas de valor.
Conclusión:
Niñitos Dios tiene nombres con los que se ha dado a conocer a través de los siglos, algunos de esos nombres son: EL; ELHOIM; EL-ELYON; EL-SHADDAI; pero el más sublime de todos es JEHOVÁ o YO SOY EL QUE SOY, porque describe su independencia, su infinidad y revela su eternidad. El Salmo 27.1 dice JEHOVA es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme? Porque el mismo Dios que dio libertad a su pueblo Israel, es el mismo Dios que nos da la libertad del pecado.
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 59
¿Cómo puedes conseguir la dirección del Espíritu Santo?
Respuesta:
Dios nos ha enseñado que a él hemos de pedir que el Espíritu Santo guíe nuestra vida.

