Lección 46 noviembre 12 de 2023
- Admin
- 31 oct 2023
- 4 Min. de lectura
PARA LOS NIÑOS: “La Segunda Plaga”
Propósito:
Enseñar a los niños que cada plaga fue un desafío a los dioses egipcios y una censura a la idolatría, para mostrar la Omnipotencia del Dios vivo y verdadero.
Introducción:
Los egipcios reverenciaban las ranas, esto se ve en los amuletos que llevaban en forma de estos animales y en la prohibición de matarlas de forma intencionada, pues se les consideraba animales sagrados. El croar de las ranas desde el río y desde los estanques, indicaba a los granjeros que los dioses controlaban las inundaciones y retiradas del Nilo, que cuando se desbordaban fertilizaban la tierra. El dios Hapi era venerado porque había hecho descender río abajo los depósitos. Además, la rana era la representación e imagen, de la diosa Heqet, esposa del dios Khum, y símbolo de la resurrección y de la fertilidad. Después de la inundación anual del río, el lodo producía fácilmente ranas pequeñas, pero en cantidad considerable, esto no sería así en el siguiente juicio que Dios mandaría en la segunda plaga.
I. Las Ranas, vv. 1-6
La duración de la primera plaga por toda una semana debió convencer a todos, de que fue producida no por causas accidentales, sino por el Omnipotente, como un juicio divino, sin embargo, no produjo buen resultado. A Moisés se le mandó entrevistarse con Faraón y amenazarle; porque en caso de no dejar ir al pueblo de Israel, vendría sobre Egipto una plaga nueva y diferente. Como Faraón no dio contestación, pudo entenderse que la respuesta fue desfavorable, por esta razón nuevamente se levantó la vara de Aarón. En esta ocasión Dios hirió con ranas todos los lugares en ese país. Aquellos animales eran comunes en el río, pero en esta ocasión fue diferente, porque se multiplicaron milagrosamente a un grado asombroso. La plaga no representó una amenaza a la vida de los egipcios, pero si una molestia y una gran inconveniencia. El faraón no prestó mucha atención a la primera plaga; sin embargo, las ranas sí llamaron su atención. El Nilo se llenó de ranas y la casa del Faraón se cubrió de ellas; estaban en su dormitorio y cama. Se metían en las casas de sus siervos y hasta en los hornos bien secos y en sus mesas de amasar. Al sentarse el Faraón se le subían, y lo mismo les ocurría a todos los habitantes del país. No había manera de escaparse de las ranas.
II. El Falso Arrepentimiento de Faraón, vv. 7-11
Una vez más los magos egipcios mostraron que ellos también podían hacer lo mismo y produjeron ranas, pero si ellos hubieran querido ayudar a Egipto hubieran mostrado mejor su poder haciendo desaparecer a estos animales, pero no lo hicieron; porque no podían contra el juicio divino y solo empeoraron la situación. La rana fue usada como instrumento de aflicción, había sido objeto de superstición nacional en los egipcios, porque su dios Ptha era representado con cabeza de rana. También las ranas al formar parte de la vida egipcia, se las asociaba como ya mencionamos con la diosa Heqet, quien, según su creencia, ayudaba a las mujeres durante el parto; consecuentemente, las ranas eran consideradas la personificación de un poder que daba vida, según ellos y sus inventos. Pero el enorme número de ellas, junto con su hedor, hizo que tuvieran los egipcios una molestia intolerable, de tal manera que el rey al ser humillado prometió a Moisés que, si intercedía para que se fueran, consentiría en la partida de Israel. Moisés le preguntó a Faraón: ¿Cuándo debo interceder? Y el rey contestó: “mañana”, Moisés le respondió: “Así se hará y conocerás que Jehová es el Dios de Israel, porque las ranas se irán y volverán al río”.
III. El Clamor de Moisés, vv. 12-15
La maldición de Dios era sobre Egipto, y a petición de Faraón, Moisés clamó a Jehová, para que las ranas dejaran aquel país, y estas fueron quitadas en la misma hora que el siervo de Dios lo pidió. La Biblia nos dice que murieron todas las ranas que había en las casas, establos, corrales, campo etc. Eran tantas las ranas muertas que las podían juntar y hacer montañas con ellas, al empezar a descomponerse sus cuerpos comenzaron a oler muy feo, apestaban toda la tierra de Egipto; esto era algo muy insoportable, pero como Faraón vio que el problema estaba solucionado, endureció su corazón y no atendió a la petición de Moisés, de dejar partir al pueblo de Israel. Muchas personas, mientras están sufriendo por sus pecados, hacen promesas de cambio de actitud y obediencia, pero después que pasan los problemas y dificultades las olvidan, y así Faraón, cuando vio que hubo un alivio de esta plaga, se olvidó de lo que había prometido.
Conclusión:
Niñitos la rana estaba relacionada con las formas más antiguas de idolatría de Egipto; Heh, representado con cabeza de rana, era el símbolo de la eternidad. Heqet, señora de las ranas, esposa del creador del mundo y guardiana de los nacimientos. Kek o Kuk, dios anfibio, personificación de las tinieblas y la oscuridad. Nun, la esencia primaria del universo, representado como hombre rana. Con esta plaga, Dios puso a los egipcios en un dilema moral, ya que las ranas eran sagradas para ellos, y matar a una de ellas, aunque fuera por accidente acarreaba una sentencia de muerte. Es de esa manera que los egipcios estaban imposibilitados, de acuerdo con esta prohibición de agredir a los anfibios. Niñitos las ranas como plaga, fueron la muestra de que ninguna criatura merece culto, porque solo el Creador de todo cuanto existe debe ser adorado. La Biblia dice: “Yo Jehová: este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” (Is.42.8).
CATECISMO INFANTIL.
Pregunta No. 67
¿Cómo ejecuta Cristo el oficio de Sacerdote?
Respuesta:
Habiendo muerto e intercediendo continuamente por nosotros.

