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Lección 07, Febrero 12 de 2023

  • Admin
  • 2 feb 2023
  • 12 Min. de lectura

“José en Casa de Potiphar”

MATERIAL BÍBLICO

1. Lecturas Diarias

Domingo: Soy un extraño a los hijos de mi madre. Salmo 69.1-14

Lunes: José vendido por siervo Salmo105.10-17

Martes: Me afrentó mi familiar. Salmo 55.12-14

Miércoles: El que de mi pan comía alzó contra mí su calcañar. Salmo 41.1-10

Jueves: Bebe el agua de tu cisterna. Proverbios 5.15-23

Viernes: Consejos para no cometer adulterio. Proverbios 6.20-26

Sábado: Los celos son el furor del hombre. Proverbios 6.21-35


2. Lectura Devocional:

Hechos 16.16-24

PASAJE IMPRESO:

Génesis 39.1-23

1 Y llevado José a Egipto, comprólo Potiphar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia, varón Egipcio, de mano de los Ismaelitas que lo habían llevado allá.

2 Más Jehová fué con José, y fué varón prosperado: y estaba en la casa de su señor el egipcio.

3 Y vió su señor que Jehová era con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.

4 Así halló José gracia en sus ojos, y servíale; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.

5 Y aconteció que, desde cuando le dió el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José; y la bendición de Jehová fué sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.

6 Y dejó todo lo que tenía en mano de José; ni con él sabía de nada más que del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

7 Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.

8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene:

9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?

10 Y fué que hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella.

11 Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí en casa.

12 Y asiólo ella por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces dejóla él su ropa en las manos, y huyó, y salióse fuera.

13 Y acaeció que cuando vió ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huído fuera,

14 Llamó a los de casa, y hablóles diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo, para que hiciese burla de nosotros: vino él a mí para dormir conmigo, y yo dí grandes voces;

15 Y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó, y salióse fuera.

16 Y ella puso junto a sí la ropa de él, hasta que vino su señor a su casa.

17 Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo Hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme;

18 Y como yo alcé mi voz y grite, él dejó su ropa junto a mí, y huyó fuera.

19 Y sucedió que como oyó su señor las palabras que su mujer le hablara, diciendo: Así me ha tratado tu siervo; encendióse su furor.

20 Y tomó su señor a José, y púsole en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel.

21 Más Jehová fué con José, y extendió a él su misericordia, y dióle gracia en ojos del principal de la casa de la cárcel.

22 Y el principal de la casa de la cárcel entregó en mano de José todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que hacían allí, él lo hacía.

23 No veía el principal de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque Jehová era con él, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.


COMENTARIO BÍBLICO

39.1-6 Y llevado José a Egipto

“Nuestros enemigos pueden despojarnos de las distinciones y adornos externos pero la sabiduría y la gracia no nos pueden ser quitadas. Ellos pueden separarnos de los amigos, los parientes y de la patria, pero no pueden apartarnos de la presencia del Señor. Pueden aislarnos de las bendiciones externas, robarnos la libertad y confinarnos en calabozos, pero no pueden impedirnos la comunión con Dios, del trono de la gracia, o arrebatarnos las bendiciones de la salvación”. José había superado de alguna forma la ausencia de su familia estando muy lejos de ellos, pero había puesto toda su confianza en el Dios al que él había demostrado temer y honrar, por eso fue de grande bendición en aquella casa donde se encontraba en calidad de esclavo.

39.7-18 Y aconteció después de esto

“La belleza de hombres o mujeres a menudo resulta ser una trampa, tanto para ellos mismos como para los demás. Tenemos mucha necesidad de hacer un pacto con nuestros ojos, no sea que los ojos infecten el corazón. Cuando la lujuria ha conseguido el poder, se sacrifican la decencia, la fama y la conciencia. La esposa de Potiphar demostró que su corazón estaba totalmente dedicado al mal. Cuando comprendió que no podía vencer a José con los problemas y tribulaciones del mundo, pues en medio de ellas, él aún se aferraba a sus principios, Satanás lo asaltó con placeres que han producido más destrucción que lo anterior. Pero José por la gracia de Dios, fue capacitado para resistir y superar la tentación; y su escape fue un ejemplo tan grande del poder divino como la liberación de los tres muchachos del horno de fuego. Los que aman a Dios, por esta razón odian el pecado. La gracia de Dios capacitó a José para vencer la tentación eludiendo a la tentadora. No quiso quedarse a conversar con la tentación, sino que huyó de ella como quien escapa para salvar la vida. Si tenemos la intención de no hacer iniquidad, huyamos como un ave de la trampa, y como un ciervo del cazador.”

39.19-23 Y sucedió que como oyó su señor

Potifar el amo de José creyó la acusación. Probablemente Potiphar haya elegido la cárcel porque era lo peor, pero Dios tenía el propósito de abrir camino para que José recibiera honra. José era propiedad de su Dios y por Él fue honrado. Estaba lejos de todos sus amigos y parientes; no tenía nadie que le ayudara o consolara, pero el Señor estaba con José y le mostró misericordia. Los que tienen buena conciencia estando presos, allí tienen un buen Dios. Dios le favoreció ante el guardia de la prisión; confió en él para que administrara los asuntos de la prisión. Un hombre bueno hará el bien donde esté y será una bendición aun estando en cadenas y prisionero. No olvidemos mirar a Jesús a través de José, pues Él sufrió siendo tentado, pero sin pecado, fue calumniado y perseguido y apresado, pero sin causa.


TEXTO ÁUREO:

Génesis 39.2

“Más Jehová fué con José, y fué varón prosperado: y estaba en la casa de su señor el egipcio.”


LUCES DEL TEXTO ÁUREO

Nuestros enemigos pueden despojarnos de las distinciones y adornos externos, pero la sabiduría y la gracia no nos pueden ser quitadas. Ellos pueden separarnos de los amigos, los parientes y de la patria, pero no pueden apartarnos de la presencia del Señor. Pueden aislarnos de las bendiciones externas, sobornos, la libertad y confinarnos en calabozos, pero no pueden impedirnos la comunión con Dios, del trono la gracia, o arrebatarnos las bendiciones de la salvación. José fue bendecido maravillosamente aún en la casa donde era esclavo. La presencia de Dios con nosotros hace que prospere todo lo que hacemos. Los hombres buenos son bendición en el lugar donde viven; los buenos siervos pueden serlo aunque sean mal y poco estimados. La prosperidad del impío es de una u otra manera a causa del piadoso. Aquí una familia mala fue bendecida por el amor del buen siervo de Dios.


PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN

Punto Histórico

Tiempo

Escrito en 1445-1405 a. C. Acontecimientos en el año 1727 a.C., aproximadamente

Lugar:

Egipto

Diccionario Bíblico

Mayordomo:

(en heb. generalmente es «sar», «aquel que está a la cabeza»; gr.: «oikonomos» y «epitropos»: «mayordomo», «dispensador» o «administrador»).

El mayordomo era también el que dirigía al personal y llevaba las cuentas de la casa; el

Dispensador que distribuía los artículos y alimentos a los componentes de la casa, tanto para su alimentación como para llevar a cabo sus trabajos (Lc.12.42; 16.1).


Verdad Central.

José es bendecido maravillosamente. Incluso en la casa de su esclavitud. Le acompañaba una bendición especial del cielo, la cual se hacía cada vez más notoria conforme ascendía en su empleo, sus hermanos le habían despojado de la túnica propia de la nobleza, pero no pudieron despojarla de la nobleza del corazón, ni de su prudencia y virtud. José estaba separado de su familia, pero no de Dios, y su amo lo ascendió como mayordomo. La Negativa al acoso de la esposa de Potifar, comenzó por la vista “puso sus ojos en José” y su respuesta de santidad lo llevó a ser encarcelado (¿Cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios? V.9).


Doctrina de la Lección.

El trato injusto a José en casa de Potiphar (Gn.39.17-20), es la versión veterotestamentaria de lo que enseña el apóstol Pedro en el Nuevo Testamento: "Porque mejor es que padezcáis haciendo bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo mal" (1 Pe.3.17). Los sufrimientos de José son figura de los de Cristo, quien padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios" (Gn.39.18).


BOSQUEJO: “José en Casa de Potiphar”

Propósito:

Que seamos fieles a Dios al enfrentar las tentaciones pecaminosas y las injusticias de los seres humanos para honrar a nuestro Dios.

Enseñanza Toral:

Los creyentes temerosos de Dios se esfuerzan en vivir santamente, porque saben que Dios los ve y los acompaña, aunque anden en peligro de muerte (Sal. 23.4).

Introducción:

El viaje de José hacia Egipto debió haber sido un martirio, vendido como un vil esclavo, a pesar de ser el hijo de un gran hombre como Jacob y perteneciente a una tribu importante y rica. Ahora era solo una mercancía que venderían en Egipto. ¿Cuál sería su futuro en un país extraño? Pero Dios estaba con él.


I. Nombrado Mayordomo, vv. 1-6

a) Vendido a Potiphar. Los madianitas habrán observado a José y vieron que era una persona diferente a los demás y lo venderían como un esclavo fuera de lo común, muy útil y sobre todo costoso. Dios concedió que lo comprara Potiphar capitán de la guardia de faraón. El Señor no permitió que fuera al campo, a las minas o tuviera un trabajo denigrante como los esclavos comunes, sino un empleo doméstico en la familia egipcia, con muchos privilegios como aprender la lengua egipcia. Dios vela por los suyos y les da grandes oportunidades que deben aprovechar para hacer el bien.

b) Es prosperado por Dios. Potiphar se dio cuenta que José era un esclavo de costumbres diferentes a los demás. Su buen comportamiento llenaba los parámetros de conducta requeridos en la familia. Suponemos que le preguntaron acerca de su religión y les habría dicho que era adorador del verdadero Dios, el Todopoderoso, tal como se había revelado a Abraham (Gn.17.1). Por eso no adoraba a los dioses egipcios ni hacía los rituales religiosos de ellos. Potiphar depositó su confianza en José y en poco tiempo lo nombró mayordomo de su casa. Dios prospera a quienes les son fieles y dan buen testimonio de su fe en Cristo en todo lo que hacen.

c) Es motivo de bendición. Cuando José tomó la administración de la casa y las propiedades de Potiphar, cumpliendo con fidelidad y honradez su trabajo, todos los bienes del egipcio fueron prosperados. En la casa, en el campo y en el ganado hubo bendición de Dios, porque José administraba con sabiduría y dirección del Señor. Nuestro comportamiento favorece o perjudica nuestra religión y es motivo de bendición o maldición para aquellos con quienes estamos. José era atractivo físicamente, pero esta hermosura varonil heredada de su madre Raquel no lo desvió del camino de Dios. Seamos bendición donde sea que estemos.


II. Acosado por la Esposa de Potiphar, vv. 7-18

a) Por poner sus ojos en él. Las mujeres egipcias no estaban en resguardo como las orientales. Gozaban de ciertas libertades y dignidad dentro de la casa y fuera de ella. De este modo la mujer de Potiphar puso sus ojos en José. Notemos lo peligroso que son los ojos como ventanas del alma, y es necesario hacer pacto con ellos como lo hizo Job (Job 31.1), y evitar codiciar cosas que no podemos tener. Para entonces José tenía quizás unos veinticinco años aproximadamente, cuando la mujer de Potiphar puso sus ojos en él y abiertamente se le ofreció. Tengamos mucho cuidado cuando se pone a prueba nuestra castidad.

b) Un acoso constante. José muy responsable de sus deberes laborales, le hace ver a la mujer que ella está reservada para su marido, que si él la toca, “pecaría contra Dios”. Todos tengamos en mente que la fornicación y el adulterio son pecados de impureza sexual y por lo tanto acciones prohibidas por Dios (Éx.20.14; Lv.19.29). José lo sabía muy bien desde su casa y se oponía a esta maldad. Le hizo saber a la mujer que Potiphar puso en él su confianza y no iba a defraudarlo ni pecar contra Dios. Él era un varón íntegro y no deshonraría a su señor, porque era un creyente temeroso de Dios.

c) Es Infamado por ella ante todos. La tentación que José sufrió era muy fuerte, porque la persona que lo acosaba era su dueña, alguien a quien tenía la obligación de obedecer. Ante la negativa de él la mujer determino obligarlo a cumplir sus caprichos. Pero él la rechazo por ser fiel a Dios y huyó de la casa dejándole sus ropas. Entendemos que no fue su túnica la que dejó sino el manto que se usaba sobre la túnica. Ante su fracaso la mujer lo acuso con su marido de intento de violación sexual. Aunque Potiphar se sintió ofendido no creyó todo porque conocía bien a su mujer. No mató a José sino lo encerró en la cárcel de los presos del rey. Tengamos cuidado porque si el diablo no nos hace caer en pecado, tratará de dañarnos de otra manera.


III. Encarcelado Injustamente, vv. 19-23

a) En la cárcel real. Muy pronto José se encontraba en la cárcel con los prisioneros del rey. Potiphar mismo estaba al mando y cuidado de los presos y de la cárcel como capitán de la guardia de faraón, aunque tenía quien se encargara del cuidado inmediato de los presos. Se entiende que la prisión era parte del edificio de la mansión de Potiphar y que estaba en los subterráneos o calabozos de la misma. Fue echado allí para después ser presentado a juicio ante el rey. Es mejor sufrir como inocentes, no como culpables, porque en su tiempo y forma Dios ayudará a sus hijos.

b) Está Bajo la Misericordia de Dios. Aunque José se encontraba encerrado en la prisión, distanciado de su padre, su familia y sus amigos, Dios lo acompañaba. No gozaba del palacio de Potiphar y la presencia de su amo, pero tenía la más grande bendición: Dios estaba con él y lo rodeaba de su misericordia. No hay puertas ni rejas que nos puedan separar del amor de Dios (Ro.8.38-39). Jesucristo ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt.28.20). Especialmente si le servimos en la predicación de su Santa Palabra y somos fieles en nuestra vida cristiana.

c) Fue favorecido por Dios. Es maravilloso que en la misma cárcel Dios estaba con José manifestándose en su vida en todo lo que hacía. Halló gracia ante el jefe de la prisión de tal manera que le encomendó los presos bajo su cuidado, como también le encargo el cuidar de todo lo que se hacía en la prisión. Es posible que el carcelero conociera con anterioridad a José y también supiera de su inocencia y la integridad de su carácter. Así se explica por qué mostraba tanta confianza y bondad a su preso. Pero queda claro que “Jehová era con él, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba”. No tengamos temor ante las adversidades en el mundo. Si somos obedientes y temerosos de Dios, a donde vayamos o seamos llevados contaremos con su favor (1 S.2.30).


Conclusión:

Confiemos siempre en Dios y obedezcamos su Palabra como nos lo manda. Él nos socorrerá en el tiempo de angustia y aflicción como lo promete en su Palabra.


CATECISMO MAYOR:

Pregunta111

¿Cuál es el tercer mandamiento?

El tercer mandamiento es: No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.[1] [1] Éx.20.7.


APLICACIÓN DE LA LECCION:

ANÁLISIS SINTÉTICO: “José en Casa de Potiphar” Génesis 39.1-23

1. Al ser comprado por este de la mano de los Ismaelitas

2. Fue prosperado por Dios y hecho mayordomo de la casa de su amo

3. Sufre el acoso de la mujer de Potiphar

4. Es acusado injustamente por no ceder a la petición de la mujer

5. Manifestó temor de Dios

Cuestionario

1. ¿Cómo llegó José a la casa de Potiphar?

2. ¿Por qué Potiphar hizo mayordomo de su casa a José?

3. ¿Cuál fue la respuesta de José a la mujer de su amo, cuando esta lo seducía?

4. ¿Qué hizo José en el momento más crítico?

5. ¿Por qué José fue encarcelado? ¿Puede alguien, que se ha mantenido íntegro sufrir injusticias?

Enseñanzas Prácticas

1. El hecho de que José fuera vendido doblemente como esclavo no significó que había sido olvidado por Dios; todo lo contrario, Dios tenía un propósito en todo. En la casa de Potiphar Dios hizo prosperar a José y llegó a ser el mayordomo de todos sus bienes.

2. Los días difíciles para José no habían terminado; cuando parecía que todo era diferente volvió a sufrir injusticia, por negarse a pecar y rechazar a la mujer de Potiphar, en venganza esta lo culpó de que fue él quien quiso abusar de ella y por esto José fue encarcelado. Hermanos, Dios sostuvo a José y aun cuando la mujer hizo grandes esfuerzos por seducirlo esta fracasó ante las firmes convicciones que él tenía delante de Dios.


ILUSTRACIÓN. Cristianos auténticos

Un recién convertido andaba a toda prisa por el Camino de la Vida, mirando por todas partes como si buscara algo. Se acercó a un anciano que estaba sentado al borde del camino y le preguntó: Por favor, señor, ¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano? El anciano, encogiéndose de hombros, le contestó: Depende el tipo de cristiano que ande buscando. Perdone dijo contrariado el hombre, pero soy nuevo en esto y no conozco los tipos que hay. Solo conozco a Jesús. Y el anciano añadió: Pues sí amigo; hay de muchos tipos y maneras. Y para todos los gustos. Hay cristianos por cumplimiento, por tradición, por costumbres, por superstición, por obligación, por conveniencia, los hay hasta de auténticos… ¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco! ¿Los de verdad! exclamó el hombre emocionado. ¡Vaya!dijo el anciano con tono grave, esos son los más difíciles de ver. Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí y precisamente me preguntó lo mismo que usted. ¿Cómo podré reconocerle? El anciano contestó tranquilamente: No se preocupe, amigo. No tendrá dificultad en reconocerle. Así como José, un cristiano de verdad no pasa desapercibido en este mundo de maldad. Son reconocidos por sus obras. Allí donde van, siempre dejan huellas.

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