Lección 47 noviembre 19 de 2023
- Admin
- 31 oct 2023
- 12 Min. de lectura
“La Tercera Plaga”
MATERIAL BÍBLICO
1. Lecturas Diarias
Domingo: Plaga sobre los filisteos. 1 Samuel 5.1-12
Lunes: Los encantadores no prevalecen ante la vara de Moisés. Éxodo 7.8-13
Martes: Ningún sabio de Egipto descifra los sueños del Faraón. Génesis 41.1-8
Miércoles: Balam no puede Maldecir a Israel. Números 23.1-12
Jueves: Piojos en todo su término. Salmo 105.26-31
Viernes: Ningún sabio de Babilonia descifra el sueño del Rey. Daniel 2.1-13
Sábado: los Hijos de Sceva no pueden echar el demonio. Hechos 19.13-17
2. Lectura Devocional:
Salmo 105.26-31
PASAJE IMPRESO:
Éxodo 8.16-19
16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Di á Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.
17 Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, e hirió el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias: todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.
18 Y los encantadores hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; mas no pudieron. Y había piojos así en los hombres como en las bestias.
19 Entonces los magos dijeron a Faraón: Dedo de Dios es este. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho.
COMENTARIO BÍBLICO
8.16, 17 Entonces Jehová dijo a Moisés: …
Los piojos fueron hechos del polvo de la tierra; de cualquier parte de la creación, Dios puede sacar un azote para corregir a los que se rebelan en su contra. Hasta el polvo de la tierra le obedece. Los piojos fueron muy molestos e ignominiosos para los egipcios, cuyos sacerdotes se vieron obligados a trabajar mucho para que ninguno fuera jamás hallado en ellos.
8.18 Y los encantadores hicieron así también…
Estos hechiceros pudieron usar poderes ocultos para convertir una vara en una serpiente, convertir el agua en sangre y convocar ranas; sin embargo, no pudieron producir piojos. Esto muestra que, por muy grande que sea el poder de Satanás es limitado y llega a su límite muy pronto.
8.19 Entonces los magos dijeron a Faraón…
Cuando los hechiceros dijeron esto a Faraón, mostró que sabían que había un poder mayor que el de ellos, sin embargo, era un poder al que no honraban ni servían. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó: El endurecimiento del corazón de Faraón se muestra cuando ni siquiera estuvo dispuesto a escuchar el análisis de sus propios consejeros. No había ninguna razón racional por la que insistiera en resistir y rechazar al Señor Dios.
TEXTO ÁUREO:
Éxodo 8.16
Entonces Jehová dijo a Moisés: Di á Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.
LUCES DEL TEXTO ÁUREO
Los piojos fueron hechos del polvo de la tierra. De cualquier parte de la creación, Dios puede sacar un azote para corregir a los que se revelan en su contra. Hasta el polvo de la tierra le obedece. Los piojos fueron muy molestos para los egipcios. Cuyos sacerdotes se vieron obligados a trabajar mucho para que ninguno fuera jamás hallado en ellos. Todas las plagas enviadas a los egipcios se referían a sus crímenes nacionales o fueron agravados particularmente por sus costumbres. Los magos trataron de imitarlas, pero no pudieron. Los forzó a confesar: ¡Este es el dedo de Dios! Los controles y las restricciones que se nos imponen deben venir necesariamente de un poder divino. Tarde o temprano Dios forzará aún a los enemigos a reconocer su poder. A pesar de esto, faraón se ponía más obstinado.
PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Tiempo:
Escrito entre 1445-1405 a.C. Acontecimientos 1491 a.C.
Lugar:
De composición, en el desierto del Sinaí y las llanuras de Moab, Suceso: en Egipto
Diccionario Bíblico
Piojos
Esta plaga golpeó en el corazón de la adoración de todos los egipcios, especialmente a sus sacerdotes. Los sacerdotes egipcios eran muy cuidadosos sobre la higiene y sobre los rituales de limpieza; una infestación de piojos no les permitió el adorar a sus dioses. La plaga de piojos también cayó sobre cada bestia. Los dioses de Egipto no recibirían el sacrificio de animales infestados con piojos, así que esto detuvo su sistema de sacrificios.
Verdad Central.
Como se descargó esta tercer plaga sobre todo Egipto, la plaga de los piojos, los magos se quedaron confusos e impotentes intentando imitarla, pero no pudieron; sobrepujados por la evidencia, se vieron forzados a confesar “dedo de Dios es este”, más el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
Doctrina de la Lección.
La tercera plaga vino a afectar el polvo de la tierra, que era sagrado para los egipcios, convirtiéndolo en una nube de piojos que atormentó a hombres y animales (Éx.8.17). Esta vez, los encantadores de Egipto no tuvieron éxito en replicar la señal, antes reconocieron que la mano de Dios estaba allí (Éx.8.18); sin embargo, la postura de Faraón no cambió, a pesar del testimonio de sus encantadores: su corazón permanecía duro (Éx.8.19).
BOSQUEJO: “La Tercera Plaga”
Propósito:
Enseñar que siempre que una plaga estaba sobre el pueblo tirano, se mostraba un tanto dispuesto a obedecer, pero una vez pasada la prueba volvía a erguirse altanero frente a Dios, haciendo inevitable el juicio de Dios, para que la iglesia no se resista a la voluntad Divina.
Enseñanza Toral:
Cada plaga que sucedía era peor que la anterior, y cada una de ellas iba preparando mejor al pueblo para la liberación que Dios se propuso, en cierta forma fue un proceso educativo que Dios efectuó por conducto de Moisés. Dios llama al tirano al arrepentimiento y al esclavo a la libertad.
Introducción:
Al leer este tercer portento se observa que la narración es más breve que los dos portentos anteriores, el primero, el agua que se transforma en sangre, el segundo las ranas que aparecen en cantidades increíbles. Consecuentemente su elaboración literaria es más sencilla que los anteriores y las demás que han de venir. Es de entenderse que Dios volvió a enviar a Moisés por tercera vez ante el rey de Egipto y una vez más el monarca verá que Dios es único y sufrirá una tercera plaga que azotará a su nación y de esta manera saber que es urgente y necesario obedecer a Dios.
I. Piojos en todo Egipto, vv. 16-17
a) Al tomar Aarón la vara de Dios y golpear el suelo varias veces, el polvo se convirtió en piojos en presencia y vista del rey. En poco tiempo, la tierra se llenó de piojos, el rey, su familia, sus siervos, su ganado, las casas enteras se llenaron de estos insectos tan molestos, sus picaduras eran muy dolorosas. Por todas partes la gente sufría juntamente con los suyos, totalmente impotentes para ayudarse mutuamente, pues todos estaban infestados del mismo mal. La misma pequeñez e insignificancia de estos feroces insectos hicieron de ellos un azote terrible.
b) Este portento fue sin previo aviso. Aquí no hubo entrevista con Faraón, Dios no esperó respuesta de Faraón, o anuncio de una tercera plaga, simplemente Dios le ordenó a Aarón que extendiese su mano con su vara, e hiriese el polvo de la tierra el cual se volvió piojos. El poder de Dios es ilimitado.
c) Por soberanía de Dios. El portento llegó. Esto nos enseña que Dios no está atado a una forma fija de hacer las cosas. Esto ocurre en esta tercera plaga, también sucederá en la sexta y la novena plaga, pero las otras siete si siguen un mismo orden, es decir el setenta por ciento de los portentos, Dios siguió un sistema establecido, a saber: 1) la presencia de Moisés ante Faraón, 2) la exigencia de Dios, 3) la advertencia de la plaga, 4) la negativa e indiferencia de faraón, 5) llegada de la plaga y su retiro, hay un orden, pero el treinta por ciento de las diez plagas, Dios no siguió ese orden, simplemente Dios cambia las cosas, ¿Por qué? simplemente porque él es Dios, Él es soberano, Él puede hacer todas las cosas como a Él le place. El apóstol Pablo en Romanos 9. 20-21, enseña que el alfarero puede hacer del barro la forma que él quiere. Dios como alfarero, puede hacer todas las cosas conforme a su voluntad, es soberano y no está sujeto a nadie, ni depende de nadie.
II. El Fracaso de los Encantadores, v. 18
a) Ante la orden del rey de hacer algo. Ante la venida e invasión de tantos insectos, el rey desesperadamente ordenó a sus magos hacer lo mismo probando así que los dioses egipcios también pueden hacer milagros. Dios puso fin a sus necios esfuerzos.
b) Por recurrir a sus malas artes mágicas. Los magos recurrieron a toda clase de trucos y encantamientos, para complacer al rey y de esta manera evitar su ira contra ellos. Todo fue en vano e inútil. Jannes y Jambres, como dirigentes religiosos, fueron puestos en evidencia y hallados mentirosos, pues no pudieron sacar piojos del polvo de la tierra como lo hizo Aarón. Su fracaso pone de manifiesto que tampoco hubiera tenido éxito, en convertir las aguas en sangre y hacer venir ranas, si Dios no lo hubiera permitido. El engaño y la mentira tiene un límite, la verdad siempre prevalecerá porque ninguna cosa podemos contra la verdad, sino por la verdad (2ª Co.13.8), andemos en la verdad, Cristo es la verdad (Jn.14.6). Dios prohíbe terminantemente consultar con las personas que practican artes mágicas pues es abominación a Jehová Dios (Lv.19.31; Dt.18.10-12).
c) La confesión de los magos. Ante el fracaso de los magos confesaron ser incapaces de enfrentar a los mensajeros del Señor (Moisés y Aarón) Dios de Israel. Reconocieron que Moisés y Aarón estaban investidos del poder de Divino y que nadie puede hacer lo que ellos hacen. El poder del Señor Jesús no tiene límites ya que el Padre le entregó toda potestad tanto en el cielo como en la tierra (Jn.3.2 Mt.28.18).
III. La Obstinación de Faraón, v. 19
a) Ante la tercera señal que Dios ejecutó. En este proceso Dios estaba llevando al rey Faraón a la comprensión de que Él no le agrada que se esclavice al ser humano, se le maltrate o se le explote, como él lo hacía al no querer dejar ir libres a los que eran sus esclavos, descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, también llamado Israel.
b) Que se sentía seguro. Mientras el pueblo egipcio sufría, el rey se sentía muy seguro y dentro de sí, se burlaba de Dios y de Moisés, pues con las dos primeras plagas que habían pasado, él no había cumplido su promesa de liberar al pueblo de Israel, para que éste adore a Dios. De Dios nadie se burla y ni de su pueblo.
c) El rey se mantuvo en su incredulidad, necedad y rebeldía. Es difícil que el incrédulo reconozca el poder divino y más si ocupa un lugar prominente como lo fue el rey Faraón. Ninguno se había atrevido antes desafiar el poder de Dios. Lo que más le pudo al rey fue que sus poderosos magos fueron derrotados por dos varones descendientes de esclavos. Aun cuando los magos le insistieron humillarse ante el Dios de Israel, pero él se negó por completo, pues su corazón estaba lleno de arrogancia, además era el hombre que se consideraba el más poderoso y no estaba dispuesto humillarse ante un Dios desconocido para él, aun cuando le estaba mostrando su poder. Lamentablemente el rey enfurecido dejó plantado a Moisés y Aarón y se fue a su palacio, con la determinación de retener al pueblo de Israel como esclavos. Pero Dios o había agotado los recursos de su armería para emplear en el altivo rey pues vendrán más plagas.
Conclusión:
En cada portento Dios tuvo el propósito de humillar a uno de los dioses egipcios, llamado Seth, dios del desierto, del suelo, del polvo, el cual adoraban. Con la tercera plaga, Dios derrotó a este dios egipcio. A Dios, nunca hay que desafiarlo, hay que obedecerle. El pecado endurece el corazón de los hombres, aun cuando vean el poder de Dios se resisten y se niegan someterse a la voluntad del Eterno. No endurezca su corazón, permita que Él obre en su vida.
CATECISMO MAYOR
Pregunta 151
¿Cuáles son las circunstancias agravantes que hacen a algunos pecados más detestables que otros?
Los pecados pueden ser más graves si se considera: 1. Las personas que ofenden,[1] si ellas son personas de mayor edad,[2] de gran experiencia o gracia,[3] eminentes por su profesión,[4] cualidades,[5] situación,[6] oficio,[7] si son guías de otros,[8] de tal manera que su ejemplo pueda ser seguido por otros.[9] 2. Las partes ofendidas:[10] Si es directamente contra Dios,[11] contra sus atributos [12] y culto;[13] contra Cristo o su gracia,[14] contra el Espíritu Santo,[15] su testimonio [16] y obras;[17] contra los superiores, hombres eminentes [18] y en lo que estamos especialmente relacionados y obligados con ellos,[19] si es contra alguno de los creyentes,[20] especialmente si es un hermano débil,[21] si es contra las almas de ellos o de otro[22] y el bien común de todos o de algunos[23]. 3. La naturaleza y calidad de la ofensa:[24] si es contra la letra expresa de la ley,[25] si quebranta muchos mandamientos, conteniendo así muchos pecado;[26] sino solamente concebidos en el alma, sino que se manifiestan en palabras y acciones,[27] si escandalizan a otros,[28] y no admiten reparación,[29] si son contra los medios,[30] misericordias,[31] juicios,[32] la luz natural,[33] convicción de conciencia,[34] pública o privada amonestación,[35] censuras de la iglesia,[36] castigos civiles;[37] si son contra nuestras oraciones, propósitos, promesas,[38] votos,[39] pactos[40] y compromisos con Dios y con los hombres;[41] si fue hecha deliberada,[42] voluntaria,[43] presuntuosa,[44] imprudente,[45] hinchada,[46] maliciosa,[47] frecuente[48] y obstinadamente,[49] con delicia,[50] continuidad[51] o recaída después del arrepentimiento.[52] 4. Las circunstancias de tiempo[53] y lugar:[54] si son en el Día del Señor[55] o en otros momentos del culto divino,[56] o inmediatamente antes,[57] o después de éste,[58] o de otras providencias tomadas para prevenir o remediar tales faltas;[59] si fue en público o en la presencia de otros, que puedan ser provocados o manchados por ellos.[60]
[1] Jer. 2.8; [2] Job 32.7, 9; Ec. 4.13; [3] 1 R. 11.4, 9; [4] 2 S. 12.14; 1 Co. 5.1; [5] Stg. 4.17; Lc.12.47, 48; [6] Jer. 5. 4, 5; [7] 2 S. 12.7-9; Ez. 8. 11,12; [8] Ro. 2.17-24; [9] Gá.2.11-14; [10] Mal. 21.28, 39; Mt. 21. 38, 39; [11] 1 S. 2.25; Hch. 5. 4; Sal. 51.4; [12] Ro. 2.4; [13] Mal. 1:8, 14; 1 Co. 10.21-22; [14] Jn.3. 18, 36; He. 2. 2, 3; 12.25; [15] He. 10.29; Mt. 12:31-32; [16] Ef.4.30; [17] He. 6. 4-6; [18] Ju.8; Nm. 12. 8, 9; Is. 3.5; [19] Pr. 30.17; 2 Co. 12.15; Sal. 55.12-14; [20] Sof.2.8, 10, 11; Mt. 18.6; 1 Co. 6.8; Ap. 17.6; [21] 1 Co. 8.11,12; Ro. 14. 13, 15, 21; [22] Ez. 13.19; 1 Co.8.12, 13; Mt. 23.15 [23] 1 Ts.2. 15, 16; Jos. 22.20; [24] Is. 3.9; Pr. 6.30-33; [25] Ez.20.12, 13; Esd.9.10-12; 1 R. 11.9, 10; [26] Col. 3.5; 1 Ti. 6.10; Pr. 5.8-12; 6. 32, 33; Jos. 7. 21; [27] Stg. 1. 14, 15; Mt. 5.22; Miq.2.1, 2; [28] Mt. 18.7; Ro. 2. 23, 24; [29] Dt. 22. 22, 28, 29; Pr. 6. 32-35;[30] Mt. 11.21-24; Jn. 15.22; [31] Is. 1. 3; Dt. 32.6; Esd.9. 13, 14; [32] Am. 4. 8-11; Jer. 5. 3; [33] Ro. 1. 20, 21; [34] Ro. 1:32; Dan. 5.22; Tit. 3. 10,11; [35] Pr. 29. 1; [36] Tit.3. 10; Mat. 18.17; [37] Pr. 27. 22; 23. 35; [38] Sal.78. 34-37; Jer.2. 20; 42.5, 6, 20-21; [39] Ec.5.4-6; Pr. 20.25; [40] Lv.26.25; Jer.31, 32; [41] Pr. 2.17; Ez.17. 18, 19; [42] Sal. 36:4; [43] Jer.6.16; [44] Nm. 15.30; Éx.21.14; [45] Jer.6.15; Pr. 7.13; [46] Sal. 52:1; [47] Ez.35. 5,6; 3 Jn.10; [48] Nm. 14.22; [49] Zac. 7.11, 12; [50] Pr. 2.14; [51] Jr. 9. 3, 5; Is. 57.17; [52] Jer. 34. 8-11; 2 P. 2.20-22; He. 6. 4-6; [53] 2 R. 5.26; Is. 22. 12-14; [54] Jer. 7.10, 11; Is. 26.10; [55] Ez. 23. 37-39; [56] Is. 58. 3-5; Nm.25. 6, 7; [57] 1 Co. 11. 20,21; [58] Pr. 7. 14,15; Jn.13. 27,30; [59] Neh.9:13-16; 2 Cr. 36. 15,16; [60] Is.3. 9; 1 S. 2. 22-24.
APLICACIÓN DE LA LECCION
ANÁLISIS SINTÉTICO | “La Tercera Plaga” Éxodo 8.16-19
1. El polvo se convierte en piojos en todo Egipto
2. La vara de Aarón ha sido el instrumento, pero el poder ha venido de Dios
3. Los hechiceros fracasan al intentar imitar esta plaga
4. Los encantadores reconocen la intervención de Dios
5. Faraón se niega a reconocer el poder del Señor
Cuestionario
1. ¿Qué pasó cuando Aarón golpeó la tierra con su vara?
2. ¿Pudieron los encantadores imitar esta plaga?
3. ¿Qué dijeron los encantadores a Faraón, al ser derrotados?
4. ¿Qué hizo Faraón cuando escuchó el informe de los magos?
5. ¿Qué aprendimos hoy?
Enseñanzas Prácticas
1. Aunque los encantadores habían imitado las primeras plagas, esta vez fracasaron y de allí en adelante sus artes mágicas quedarían sin efecto ante el poder de Dios. Hermanos, absolutamente nadie que se oponga o resista al Señor saldrá victorioso, esa batalla es una batalla perdida. Por otra parte, es una gracia y bienaventuranza divina el que nosotros tengamos fe en el Dios vivo y verdadero que todo lo puede.
2. Aunque los magos admitieron la intervención de Dios en la plaga de los piojos. Faraón volvió a endurecer su corazón. El colmo de la terquedad es una manifestación de desgracia. Oremos para que Dios guarde nuestro corazón y atendamos a la exhortación de su Palabra: “Mirad, hermanos, que ninguno de vosotros haya corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (Hebreos 3.12).
ILUSTRACIÓN. Juicio contra el dios del suelo
La tercera plaga fue dirigida en cierta medida a Geb por la abundancia de la tierra, pero en este caso, en vez de que la tierra produjera cosechas, frutas y verduras, solo produjo piojos y sus irritantes picaduras. ¡Y su dios Geb estaba dejando claro que no tenía ningún poder para evitarlo! Esta infestación también puede considerarse una bofetada a los dioses egipcios en general, ya que ninguno de ellos pudo contrarrestarla; ni siquiera los encantadores con sus hechizos engañosos. Estimado lector: No endurezca su corazón ante el Todopoderoso como lo hizo Faraón. Cuando Dios envía un juicio, lo hace para que las personas le reconozcan y se vuelvan a Él arrepentidos de sus pecados.


