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Lección 7 Febrero 13 del 2022

  • Admin
  • 1 feb 2022
  • 3 Min. de lectura

PARA LOS NIÑOS: “Eliú Censura a Job” (II Parte)

Propósito:

Enseñar a los niños que las enfermedades no siempre son consecuencia de nuestro pecado, sino que algunas veces Dios las permite en nuestros cuerpos para probarnos y hacernos más fuertes.


Introducción:

Dios en muchas ocasiones llama a los pecadores y lo hace por medio de circunstancias difíciles, a veces utiliza las enfermedades, tocando sus corazones para que escuchen su voz. Job se quejaba mucho de su enfermedad y pensaba que Dios estaba enojado con él; pero Eliú le muestra que Dios también aflige el cuerpo con el fin de hacer bien al alma. Eliú explica en esta parte de su discurso el propósito que tienen las enfermedades, por medio de las cuales Dios habla a los hombres, por esta razón Eliú censura a Job.


I. Por Quejarse de su Enfermedad, vv. 19-22

El Señor habla también a través del dolor y de las enfermedades graves, y por la gracia de Dios, el dolor del cuerpo se convierte con frecuencia en un medio de favorecer al alma. El enfermo pierde el apetito, lo cual es un efecto común de la enfermedad; no apetece el alimento, razón por lo cual adelgaza tanto que sus huesos se notan más, porque la piel se pega a los huesos. Los que le rodean, y aún él mismo, se da cuenta de que es grave su situación y los dolores en ocasiones le hacen desear la muerte; por lo cual piensa en lo que será de su alma en la eternidad; muchas personas solo buscan la salvación cuando se encuentran al borde de la muerte, otras no tienen ni tiempo para arrepentirse y ser salvas. No esperemos estar en esta situación para buscar a Dios.


II. Como Elocuente Mensajero, vv. 23-27

Dichoso es el enfermo que tiene cerca algún mensajero que le explique porque Dios permite su enfermedad. Ese mensajero con frecuencia es un buen pastor o algún hermano que, en momentos de enfermedad, le visita o le llama, como un buen médico para su alma; porque un enfermo no solo necesita salud física, sino también auxilio espiritual. Algunas veces la salud espiritual está acompañada de la salud física; y otras veces Dios le da salud perfecta al enfermo, cuando el creyente es llamado a las mansiones celestiales. La salud ya sea física o espiritual es el resultado de la oración cuando se eleva con fe, sigamos el consejo de la Palabra de Dios en Santiago 5.14-15.


III. Para Librar su Alma del Sepulcro, vv. 28-33

Eliú resume lo que ha dicho, mostrando que el designio misericordioso de Dios en todas las maneras en que disciplina a los hombres tiene propósitos que a veces no entendemos; porque algunas veces enfermamos por descuido de nuestra salud, otras por causa del pecado, o porque Dios permite la enfermedad para probar nuestra fe. Cuando enfermamos Dios nos habla por medio de la conciencia y a veces también por medio de sus ministros o de otras personas. Pero Dios siempre da la salud conforme a su voluntad. Eliú estaba dispuesto a aclarar la situación de Job, si tenía algo que decir debía hablar, pero si no, Job debería escuchar en silencio mientras Eliú continuaba enseñándole con sabiduría.


Conclusión:

Niñitos en todo momento cuidemos de nuestra salud, no hagamos cosas que puedan dañarnos, ni demos lugar a los vicios que son armas de Satanás para traer a nuestro cuerpo y alma enfermedad. Si podemos con amor y comprensión debemos visitar a los enfermos; pero si no podemos visitarlos, aún en la distancia hablemos con ellos para alentarlos y oremos para que puedan obtener la salud, porque esto agrada al Señor (Mateo 25.34-40).


CATECISMO INFANTIL

Pregunta No. 121

¿Qué rogamos en la sexta petición?

Respuesta:

Que Dios nos conserve libres de todo pecado.

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